El tiempo realmente puede ser todo. Y a menudo lo tenemos todo mal. Afortunadamente, el exitoso autor Dan Pink nos da algunas recomendaciones en su nuevo libro “Cuando: Los secretos científicos del tiempo perfecto”. Está lleno de información sobre el mejor momento para hacer casi cualquier cosa. Por ejemplo: ¿Alguna vez le has tenido que dar a alguien “buenas noticias y malas noticias”? Dan informa que debes dar las malas noticias antes de las buenas noticias.
Pero en esta ocasión nos centraremos en cómo usar los hallazgos de Dan para ser más productivos y efectivos durante el día.
Por ejemplo, todo lo que requiera que sea lo más racional y analítico debe hacerse temprano en el día. Dan Ariely de la Universidad de Duke descubrió que las mañanas son realmente mágicas para hacer las cosas: “Resulta que la mayoría de la gente es productiva en las dos primeras horas de la mañana. No inmediatamente después de despertarse, pero si te levantas a las 7, serás más productivo de alrededor de 8 a 10:30”. Las mañanas son cuando quieres manejar tus tareas más importantes, ya que es tu momento “pico”.
Un estudio encontró que las 2:55 p.m. son el momento más improductivo de tu día. Las tardes son conocidas como el periodo de “valle”. La cantidad de estudios que muestran cuánto más torpes somos y menos control tenemos durante la tarde es asombrosa. Cuando tu cerebro está cansado, la creatividad salta. Esas neuronas que fallan no son tan racionales, pero es mucho más probable que generen nuevas ideas. Algunos han llamado a este fenómeno la” paradoja de la inspiración “: la idea de que” la innovación y la creatividad son mejores cuando no estamos en nuestro mejor momento, al menos con respecto a nuestros ritmos circadianos “.
Si eres una persona nocturna, toma todo lo anterior y sigue el orden contrario. Tres cuartos de la población siguen un cicle de pico en la mañana, calma en la tarde y luego experimentan un período de recuperación. Para los noctámbulos, es la recuperación, el valle y el pico. Así que si eres este tipo de persona planifica las tareas creativas para la mañana y el pensamiento crítico para la tarde.
Sin embargo hay situaciones en las que no tenemos mucho control sobre nuestros horarios, como en el trabajo. Y si su trabajo no implica mucha creatividad, ¿se desperdicia la mitad del día? ¿Cómo podemos convertir ese valle en un pico? La respuesta es simple: tomar descansos. Pero lo interesante es que hay más de un tipo de descanso que necesitamos.
- Los descansos de vigilancia son “breves pausas antes de encuentros de gran importancia para revisar las instrucciones y protegerse contra el error”.
- Los descansos restaurativos son lo que necesitamos para recargar y mejorar el rendimiento. En lugar de revisar una lista de verificación, hay que alejarnos un poco del trabajo y relajarse un poco.
Si aprovechas los descansos correctamente, tu valle puede ser más productiva que tu pico.
¿Cuándo debes empezar a aplicar estos cambios es tu rutina diaria? Estudios muestran que somos más propensos a seguir adelante con un nuevo proyecto cuando los comenzamos con los llamados “puntos de referencia temporales“. Estos son puntos de inflexión naturales en el calendario cuando podemos abrir una nueva cuenta mental y sentirnos como un “nuevo yo”. El mejor ejemplo es el día de Año Nuevo, esa vez cuando la mayoría de nosotros hacemos resoluciones, pero no es la única. Hay dos tipos: sociales y personales.
Los sociales son los que todos compartimos: los lunes, el comienzo de un nuevo mes, los feriados nacionales. Los personales son únicos para el individuo: cumpleaños, aniversarios, cambios de trabajo.
Ahora ya lo sabes, alinea tu agenda con la forma en que tu cerebro funciona de forma natural y el tiempo realmente estará de tu lado.
(Fuente de información: businessinsider.com)